Procesión de Cristo al Humilladero
Hecho importante en la vida de la Cofradía, fue retomar una procesión que ya realizaba la Congregación de la Buena Muerte. Es la que actualmente se denomina «Cristo al Humilladero», que se realiza en la noche del Jueves Santo a madrugada del Viernes Santo.
Esta procesión, fue autorizada con fecha 3 de Septiembre de 1986, no pudiéndose realizar, pues la imagen de Cristo Yacente (Gregorio Fernández, 1630) que veneramos en la Capilla de la Buena Muerte, no reunía unas condiciones para su utilización.
Ya en el año 1995, inquietos e impacientes por querer tener nuestra procesión titular, pues contando con la oportuna autorización y no poderla realizar, se efectúan arduas gestiones y contando con la inestimable ayuda de D. Luis Luna Moreno, Director del Museo de Escultura Policromada (ahora denominado Mueso San Gregorio), se nos abren las puertas ante la Comunidad de Religiosos de los RR.PP. Dominicos de San Pablo, quienes gentilmente nos ceden la talla del «Santo Cristo Yacente» (Gregorio Fernández, 1610), aunque por diversas circunstancias nos hayan hecho desistir del recorrido inicial proyectado hasta el Barrio de la Victoria, y adoptar otro más acorde. Para la realización de esta procesión, se adquirieron unas andas para portar a hombros citada imagen.
En el año 2008, y debido a las diferentes restauraciones llevadas a cabo en los últimos años en las distintas imágenes veneradas, se retoma el asunto de alumbrar en procesión a la imagen de Cristo Yacente (Gregorio Fernández, 1630) que veneramos en la capilla de la Buena Muerte de la Real Iglesia de San Miguel, obteniendo un informe positivo por parte del Centro de Restauración de la Junta de Castilla y León y el oportuno permiso del Sr. Cura párroco.
Al iniciarse este nuevo proyecto, es de obligado cumplimiento realizar una modificación en las andas que portaban al yacente de San Pablo, por lo que se acuerda en Junta General Extraordinaria, la realización de unas nuevas andas, estas nuevas andas, se realizan en el taller del imaginero vallisoletano de Medina de Rioseco, D. Ángel Martín García, cambiando totalmente el diseño anterior, siendo estas totalmente talladas en madera de cedro.
Hay que reseñar que nos sentimos francamente orgullosos, de haber dado culto y alumbrado en procesión a esta magnífica obra de los RR.PP. Dominicos; y a la vez gozosos por venerar estas dos obras de arte, pues hay que indicar como dato anecdótico que estas dos tallas, son la primera y última obra de Yacentes esculpidas por este insigne escultor.
La procesión tiene dos momentos de relevante importancia:
La oración que se efectúa ante las puertas del convento de San Quirce y Santa Julita, siendo recibidos por la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, dirigiendo una reflexión nuestro Director Espiritual e invitándonos a realizar un gesto de humillación, hincando rodilla en tierra, se reza la oración que el Señor nos enseñó, el Padrenuestro.
El segundo momento, se realiza en el crucero de piedra ante la Iglesia de San Pablo. Momento en el que, al finalizar la lectura a la renovación de nuestro compromiso cofrade y estando las andas «bailando» al pie de la Cruz, es colocado un sudario, al compás de la entonación de una melodía por parte de la Banda.
Tenemos el honor de recibir a nuestros Cofrades de Honor, representaciones de las distintas cofradías vallisoletanas, representación de Cofradías Hermanadas, como asimismo organizaciones culturales vallisoletanas y fieles en general, quienes son integrados en nuestras filas para un mayor recogimiento.